Grandes ideas para negocios

Esas grandes ideas para negocios que surgen de pronto así sin más, son como enviadas del cielo. Son ideas que pueden nacer de cualquiera, no desprecie a los más jóvenes y mucho menos a los ancianos.

Una gran idea para un gran negocio es perseguida por muchos en medio de la competencia.

Pero solo con grandes ideas no se puede dar arranque al negocio soñado, se necesita conocer el costo real para comenzar y el capital.

Cuánto puede costar echar a andar esas grandes ideas para negocios

El plan del negocio es lo primero que se debe tener luego que han surgido esas grandes ideas y comenzar el proyecto.

El capital inicial necesario es la clave pues sin dinero será difícil cumplir su sueño. La idea de cuánto dinero necesitará para el arranque no es sencillo de conocer, eso se lo puede dejar a especialistas financieros.

Los especialistas financieros le darán una idea más exacta de cuánto necesitará su proyecto económico.

Lo que cobran los especialistas debe estar en el cálculo del proyecto pues es la base del inicio. Una vez calculado el costo del arranque se tendrá la certeza del capital necesario y podrá solicitar el préstamo bancario para su proyecto de negocio.

No tenga miedo poner en práctica las ideas que se le ocurran

Para tener éxito hay que ir adelante, arriesgar, pero sin poner en juego su seguridad y la de su familia.

Comience de menos a más trabajando sin descanso pero cuidando la salud. Sin una buena salud no se podrán sacar adelante esas grandes ideas de negocios que se le han ocurrido.

No se deje influenciar por a quien sirve, que tratará de que no se independice, pues es muy posible que lo necesite tanto que tema perder sus habilidades.

Hace un tiempo, una abogada ex colega de trabajo, me contaba sobre unos amigos suyos en España, justamente en Tenerife, que se decidieron a poner un bufete privado.

Pequeña historia de un sueño hecho realidad gracias a la confianza en sí mismo y en su pareja

Pues una abogada cubana revalida su título en España gracias a mucho trabajo y sacrificio en un bufete. Luego de un tiempo realizando labores de letrada pero sin el pago por sus conocimientos, decide emprender por cuenta propia.

Había pedido al dueño el incremento de su salario en correspondencia con su nivel y trabajo como profesional registrada pero se lo negó.

El esposo de la abogada era empleado de un Banco. Ella le comentó el proyecto de abrir un bufete en Tenerife a lo que él le explicó los riesgos. Ella, en lugar de abandonar el proyecto, lo amoldó y acomodó al ingreso y posibilidades económicas de ambos. Abogada y especialista financiero se metieron de lleno en su proyecto.

Se decidieron por abrir el bufete con solo ellos dos como integrantes y comenzaron la tarea de promoción. Cuando pasaron las semanas pagando licencia, alquiler de local, electricidad, teléfono y otros gastos, sin obtener ingresos, se las vieron negras.

Pero como el que persevera triunfa, un buen día, casi ya perdidas las esperanzas, apareció el primer cliente.

Como son profesionales excelentes, con un perfecto dominio de lo estudiado aquí y allá, serios, honestos y muy humanos, al cabo de un tiempo muy corto debieron contratar más fuerza de trabajo. Detrás del primer cliente comenzaron a llegar más y más.

Hoy en día, el bufete que se abrió en Tenerife, con el nombre de la pareja, que no recuerdo lamentablemente, es uno de los más famosos de esa provincia española de ultramar.

Comenzar con poco e ir de menos a más trabajando sin cesar

Los emprendedores de esta historia, real, comenzaron con una impresora y un ordenador de escritorio sin contar los portátiles personales de ambos.

Ellos solos emprendieron, y al cabo de un tiempo se vieron obligados a contratar más personal y comprar más logística para el negocio.

De haber comenzado por el final el fracaso hubiese sido total pero hay que andar primero para correr después.

Un psicólogo amigo mío, que me trató cuando más joven, fue el primero que me inculcó eso de subir peldaño a peldaño, de forma segura, no saltar ni querer llegar a lo alto de la escalera porque puedes resbalar y caer.

De todas formas a veces hay que saltar uno que otro escalón roto e inclusive subir muros que impiden avanzar.

Emprender un negocio por cuenta ajena requiere de mucha precisión a la hora de ejecutarlo sin dejar de soñar.

Para realizar algo en la práctica es preciso primero haberlo imaginado.

No obstante hay que estar centrados y hacer un enlace perfecto entre el cielo y la tierra, entre la realidad y sus sueños.

Hay que caminar por ese fino límite del equilibrio como el que marca el símbolo del Ying y el Yang.

 

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