Sobre los sonidos de baja frecuencia de alta potencia en Cuba

Los sonidos de baja frecuencia, conocidos comúnmente como bajos, son ondas de larga longitud cercana a los 20 Hz capaces de recorrer largas distancias en la superficie terrestre.

No todos los subwoofers, transductores para generar esas frecuencias, pueden reproducir 20 Hz o menos, pero los armónicos inferiores si pueden estar presentes en el aire llegando a ser perjudiciales.

Los sonidos de baja frecuencia dañan a los seres vivos y a las estructuras

Cuando esas ondas son generadas por potentes generadores de audiofrecuencia sus vibraciones pueden llegar a dañar las estructuras de viviendas e influir en el derrumbe de cavernas subterráneas lo que puede provocar graves consecuencias.

Además del daño físico a estructuras y al medio ambiente que circunda el área afectada por esas ondas sonoras, incluidas las aves y otros animales de la zona, el cuerpo humano también se ve afectado al resonar esas ondas en su cuerpo causando malestar principalmente lo que se le llama atolondramiento, náuseas, alucinaciones, estados de ansiedad y otros.

Esos sonidos de ondas largas que rozan con el infrasonido por debajo de los 20 Hz los cuales el oído humano no detecta pero sí resuenan en la caja torácica tienen al corazón como su blanco principal.

Se considera que los infrasonidos aunque no son conscientemente perceptibles pueden provocar estados de ansiedad, tristeza, temblores en ocasiones por imperceptibles desplazamientos de aire.

Por ejemplo, ondas de elevado volumen pero comprendidas entre los 0,5 y 10 Hz, son suficientes para hacer vibrar al vestíbulo (parte del laberinto auricular, en el oído interno).

Los infrasonidos producidos por motores como los de ciertos acondicionadores de aire o aviones de reacción pueden provocar vértigos, náuseas y cefaleas al ser afectado el laberinto auricular.

Los producidos por los amplificadores de baja frecuencia de alta potencia pueden provocar esos problemas.

Vic Tandy, de la Universidad de Coventry (Inglaterra), en 1998 explicó cómo los infrasonidos pueden producir la impresión «concreta» de «sitios embrujados». Demostró que los infrasonidos provocaban una pseudopercepción de movimientos a los costados del campo visual.

Esta falsa percepción podía estar provocada por un ventilador, ya que este objeto produce una frecuencia de 18,98 Hz. Incidentalmente la longitud de la sala en la cual Tandy notó esos fenómenos era una fracción unitaria de la longitud de onda que provocaba el ventilador, por lo que provocaría una onda estacionaria y tal onda ilusiones ópticas al resonar en los humores de los ojos humanos, tales ilusiones eran consideradas por algunos como «fantasmas». 

Las habitaciones de las casas pueden ser cajas resonantes a las longitudes de ondas de baja frecuencia emitidas por los transductores de esos equipos de música de alta potencia mal calibrados situados en locales no aptos por no bloquear su salida al exterior y causar molestias a quienes les rodean, lo que puede acentuar el daño en esos inmuebles y a sus residentes.

La Ley de Medioambiente en Cuba sanciona ruidos y vibraciones molestas

La normas de la Ley del Medioambiente en Cuba, Ley No 81, dice en su artículo 152 relativo a  Ruidos, vibraciones y otros factores físicos.

ARTICULO 152.- El Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, en lo que a cada cual compete y mediante el establecimiento de las coordinaciones pertinentes, dictarán o propondrán, según proceda, las medidas encaminadas a:

a) El establecimiento de las normas relativas a los niveles permisibles de sonido y ruido, a fin de regular sus efectos sobre el medio ambiente. 

b) La realización de estudios e investigaciones con el objetivo de localizar el origen o procedencia, naturaleza, grado, magnitud o frecuencia de las emisiones de ruido, vibraciones mecánicas y otros factores físicos, tales como energía térmica, energía lumínica, radiaciones ionizantes y contaminación por campo electro-magnético y determinar sus efectos sobre el medio ambiente y las medidas a tomar en cuenta para su eliminación o atenuación. 

c) Las prohibiciones, restricciones y requerimientos relativos a los procesos tecnológicos y la importación de tecnología, en lo que se refiere al ruido y otros factores físicos mencionados en el inciso anterior. 

d) La definición de las fuentes artificiales de contaminación ambiental originada por ruidos fijos y móviles, señalando las responsabilidades correspondientes y las medidas a tomar para su eliminación o atenuación.

Los ruidos originados por los sub-woofers de alta potencia entran en esta categoría de elementos contaminantes del medio ambiente en Cuba, tanto fijos en los lugares que los mantienen a cualquier hora como de forma móvil en los autos que por demás impiden la correcta escucha por parte de choferes del medio exterior en la vía. 

Estos autos cuando se detienen en zonas residenciales sus bajas frecuencias de alta potencia resuenan en las habitaciones de los hogares provocando vibraciones muy molestas que llegan a provocar ligero atolondramiento y dolor de cabeza.

El origen de los ruidos fijos y móviles está fundamentalmente en los autos con altas vibraciones de sus motores diesel mal ajustados al chasis y además con emisiones altamente contaminantes de gases tóxicos producto de la pésima combustión de su combustible.

La ley dice también en su artículo 118 que el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, en coordinación con el Ministerio de Salud Pública y demás órganos y organismos competentes, establecerá o propondrá, según corresponda y velará por el cumplimiento de las disposiciones relativas a:

a) La calidad del aire. 

b) Los niveles permisibles de concentración de sustancias aisladas o en combinación y de partículas capaces de causar molestias, perjuicios o deterioro en los bienes y en la salud humana, animal y vegetal.

La contaminación por ruidos ambientales y del aire por gases, humo y olores como los que desprenden las pinturas, es típica y descontrolada en Cuba y se clama por el orden en este sentido. 

Esperemos que el Estado tome el partido que debe con sus instituciones represivas y de control para hacer frente a este fenómeno que se incrementa con la llegada a la isla de los inversores individuales privados, esos que residen fuera de Cuba y hoy llegan para invertir sus capitales.

Que son muy bien llegados pero que deben guardar las normas para su comportamiento ambiental, esas mismas que se les exigen en los países en los cuales residen; que son mucho más estrictas y altamente multada su violación en esos lugares. 

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